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¿Cómo manejar LA IRA?… y usarla a tu favor.

La Ira es una emoción que recorre desde la rabia, rencor, odio, desprecio, furia, celos, violencia, impotencia, agresión, conductas explosivas, frustración, resentimiento, envidia, todas esas emociones que hacen que te hierva la sangre y sientes que vas a explotar o en su defecto explotas, atentando contra ti y contra otros, pero entendiendo como opera podrás dar con las mejores respuesta para lidiar con ella, ya que en  la ira existe una gran cantidad de energía que puedes usarla a tu favor, conociendo y entendiendo las principales causas y movernos hacia la acción.

El reconocimiento:

El comportamiento de los demás hacia nosotros siempre incluye un “regalo escondido”. Siempre nos mantenemos a la expectativa de lo que el otro nos puede dar, por ejemplo si alguien nos dice “que ignorante eres” con respecto a una opinión, normalmente reaccionamos  con ira al sentirnos heridos y reaccionando hacia “semejante ofensa” o el mejor camino seria usar esa energía de manera consciente y preguntarnos ¿Para qué me está ocurriendo esto? ¿De que me tengo que dar cuenta? Y podremos encontrar nuestra respuesta de que habíamos estado siendo egocéntricos, no estábamos reconociendo la opinión del otro, es así mediante este reconocimiento nos daremos cuenta que la otra persona nos sirvió de espejo para reflejar ese aspecto de nuestro Ego que necesita ser trabajado o abandonado, Esto implica que tenemos que dejar el apego a nuestro orgullo constantemente a el fin de deshacer la ira, para reconocer que cada encuentro con diversas personas o situación son increíbles oportunidades de crecimiento y auto-conocimiento.

Expectativas:

Nos hemos acostumbrados a vivir a expensas de los demás, cuando la verdadera fuente viene de nosotros mismos. Cuando comenzamos a vivir sin apegos, directamente dejamos de presionarnos y de presionar a los demás con nuestras expectativas, Nos ayuda a cultivar el dar por el placer de dar, no, por esperar algo cambio u obtener algún beneficio de la situación o de la persona, esto nos libera y nos ahorra la frustración del esperar y depender de lo que los demás hagan por nosotros, más bien ahora nos reconocemos completos, ya no me siento invalidado por  mí, ni por los demás. Si a esto le sumas el aprender a reconocer todo lo positivo para nosotros y nuestro entorno, las relaciones y situaciones cambian de perspectiva y se miran de manera más constructiva.

El resentimiento:

Es simplemente la ira no reconocida,  es la ira dirigida hacia uno mismo, este resentimiento se oculta en una depresión latente, que puede manifestar en diversos síntomas físicos (migrañas, acides, hipertensión, entre otras) en esta situación de rencor hacia algo, alguien o nosotros mismos, la mejor aplicación es perdonarte y perdonarEl precio que pagamos por la ira y el resentimiento  es amargarnos, vivir en el rencor, estar en guerra con el mundo y  por supuesto la enfermedad. ¿Vale la pena la pequeña satisfacción de tener razón? Cuando estas a solo un profundo perdón de distancia de liberarte, la decisión es tuya.

Auto sacrificio:

Con frecuencia, es nuestro orgullo personal el que alimenta y propaga la ira, asimismo el vivir en las expectativas de lo que el otro hace o no hace por mí, en  la espera que la otra persona no es consciente de nuestro sacrificio y por lo tanto esto no cubre en lo más mínimo nuestras expectativas.

Lo que queremos, deseamos, e insistimos de la otra persona es sentido por ellos como presión. Por lo tanto, ellos inconscientemente lo resisten. La resistencia se debe a que la presión siempre se siente por nosotros como una negación a nuestra elección o también considerado “chantaje emocional”

La mejor manera de contrarrestar la ira en este caso, en una renuncia al orgullo y al placer de auto compasión y así poder disfrutar sin mesura el propio gozo de ser generosos y amorosos con lo demás como la propia recompensa.

Es común que la gente prefiera reprimir esta emoción a razón de que no es bueno, lo peor que podrías hacer es reprimirla, mejor siéntela y entiende que otra emoción está detrás de ella que muchas veces hace que pierdas la perspectiva, Otra cosa que extingue nuestra ira es la voluntad de renunciar a ella, La voluntad es nuestra decisión general de encontrar una mejor manera, para dejar de depender de la ira,  pasar al coraje y luego a la  aceptación. Por eso lo mejor es  enfocar la gran cantidad de energía que genera la Ira para moverte a la acción y utilizar como vimos de una manera más constructiva, esto no quiere decir que vivas en el nirvana o en estado Zen, pero puedes gestionar de una manera más acertada y constructiva, donde el/la más beneficiad@ eres tú.

¿Quieres lograr gestionar tu ira y canalizarla de manera asertiva para usarla a tu favor? ¡Cuentas conmigo para lograrlo! Ponte en Contacto conmigo.

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